Tengo diabetes y me gustan las frutas, especialmente las naranjas. ¿Qué podemos hacer?
Esta es una pregunta recurrente que formulan las personas con diabetes que se encuentran en esta tesitura en cuanto se refiere al consumo de frutas.
Y es que la Diabetes afecta a muchas personas. En el 2020 se contabilizaron 5,3 millones de personas diagnosticadas de diabetes en España.
¿En qué consiste la diabetes?
La diabetes es una enfermedad crónica e irreversible. También se la conoce como la enfermedad del azúcar. Es una enfermedad que afecta al metabolismo de las personas impidiendo la descomposición del azúcar.
El páncreas es el órgano encargado de producir la insulina, que es hormona que regula el azúcar en la sangre; al no producir el páncreas la cantidad suficiente de insulina para degradar el azúcar no puede llevar a cabo su función y ello puede afectar a la salud por un exceso de azúcar en la sangre, que no puede ser procesado por el organismo.
¿De qué manera puede afectar la diabetes el consumo de frutas nuestro organismo?
Es indudable que las frutas, incluidas las naranjas, tienen azúcar, por tanto, pueden resultar perjudiciales para la salud de una persona que padece esta diabetes. Aunque todo depende de la cantidad que se ingiera y de la forma en la que se consuma la fruta. Lo cierto es que hay que matizar que en el caso de la naranja y la diabetes pueden “coordinarse”, y se pueden tomar naranjas siendo diabético.
Ahora bien, se deben tener en cuenta otros factores que su médico determinará como pueden ser:
• La cantidad y la forma en que se consume la naranja
• Estilo de vida, referente a:
Alimentación
Ejercicio físico
Control del peso
Medicación o tratamiento farmacológico, etc.
Índice glucémico
Hay alimentos que suben la glucosa rápidamente, es decir que al consumirlos aumenta la velocidad de absorción de los hidratos de carbono y por lo tanto elevan la glucemia pudiendo sufrir una hiperglucemia.
En los alimentos ricos en hidratos de carbono la velocidad con la se absorben eleva con rapidez la glucemia. Para ello se utiliza el índice glucémico. Este se mide en base a qué velocidad y en qué cantidad los carbohidratos de un alimento pasan a la sangre en forma de glucosa.
Importancia de la fibra
En el caso de la naranja el índice glucémico es más bajo que en el zumo de naranja, por tanto, el proceso es más lento debido a la cantidad de fibra que tienen esta fruta.
Hay que matizar que en el caso del zumo de naranja el índice glucémico es elevado, porque al exprimir la naranja retiramos su fibra. Así pues, el zumo de naranja para las personas diabéticas suele ser más perjudicial que tomar toda la naranja entera.
La cantidad media de azúcar que tiene una pieza de naranja suele ser en torno a los 23 gramos. Ahora bien, si la naranja se consume mediante zumo se eleva a unos 29 gramos.
Hay otras frutas que contienen más azúcar que la naranja o la mandarina como el plátano, la uva, la cereza, el higo.
En conclusión, una pieza de naranja no es perjudicial para la persona con diabetes siempre que controle la cantidad de azúcar que tenga el cuerpo en el momento en que vaya a ser ingerida. En cambio la mandarina para la diabetes tipo 2 si que es aconsejable para su tratamiento.
La naranja puede encajar en la dieta de la persona con diabetes, teniendo en cuenta la medida de azúcar en el momento de ser consumida junto con el resto de factores que se detallan a continuación y por supuesto sin olvidar las indicaciones de su médico especialista.
Las campañas de prevención de la diabetes inciden en:
• el cuidado de la alimentación
• el correcto descanso
• el ejercicio físico y
• el control del sobrepeso y la obesidad.