La revolución de los agricultores

Los agricultores salen a la calle para protestar por los bajos precios y exigen un precio de referencia mínimo.

Una revolución supone un cambio o transformación radical en la estructura de algún tema.

El sector de primario está al límite, al borde de la desesperación. 2020, el año que más Agricultores de varias Comunidades autónomas se están movilizando por distintos puntos de España exigiendo un cambio. Son muchas las quejas que les apremian y necesitan urgentemente un giro en la forma en la que se están llevando las cosas.

Su principal reivindicación es la de reclamar precios justos. Manifiestan que la situación es «insostenible». pues lo que vienen a ganar no cubre las necesidades básicas del ser humano para poder sobrevivir.

Los agricultores valencianos se sienten engañados

La marcha más multitudinaria se ha producido en Valencia, donde cientos de tractores han colapsado el centro de la ciudad con la protesta que tenía por lema «Basta de engañar a los agricultores»

Los agricultores valencianos critican la «competencia desleal» de los cítricos provenientes de Sudáfrica que ofrecen unos precios más bajos, usan productos no controlados y encima no respetan los estándares de calidad y medioambientales comunitarios. Mientras que a los productores agrícolas valencianos se les exigen todos los controles sanitarios y de calidad.  Por otra parte nuestros agricultores manifiestan que aumenta el precio del agua, de los seguros, de la mano de obra, pero no aumenta el precio del producto origen.

Los agricultores piden que se amplíen los fondos para seguros, que se habiliten depósitos para crisis, que se exijan controles fitosanitarios y laborales a los países exportadores y que se estudie el impacto económico de los acuerdos comerciales con terceros países.

Otro problema importante se refiere a las grandes superficies y los supermercados que venden productos agrarios a un precio mucho más elevado de lo que se paga al productor agrícola, o compran a terceros países, y si compran los productos autóctonos, como las naranjas valencianas presionan los precios a la baja.

Los agricultores son productores artesanos que trabajan para mantenerse, y no sólo para sobrevivir y por supuesto no para malvivir. Por otra parte nuestros agricultores se ocupan de la protección del medio ambiente  y del mantenimiento de la vida rural, evitando que los jóvenes huyan de las zonas rurales.

Los consumidores también somos parte implicada. Todos queremos los mejor para nuestras familias. Nuestra compra tiene que ser responsable,  debe tener la garantía de calidad que ofrecen los productos autóctonos y defendedlos es una cuestión que nos atañe tanto a los agricultores como a los consumidores.

El campo español teme por su supervivencia, pide que los precios cubran los costes de producción. Hay que cambiar estructuras, es necesario por el bienestar de todos.

¿Qué opinas? ¿Crees que son justos los precios de las cosechas?

Deja un comentario