Hay olores que nos llevan a casa aunque estemos lejos.
El del horno encendido y unas magdalenas dorándose despacio es uno de ellos.
Si además llevan naranja natural, el aroma se vuelve inconfundible.
La magdalena de naranja es un clásico en el desayuno mediterráneo.
Tierna, esponjosa y con ese punto cítrico que se nos hace la boca agua.
Perfecta para acompañar un café, un vaso de leche o una infusión, y tan fácil de preparar que parece mentira lo buena que está.
A diferencia de la bollería industrial, esta receta casera combina ingredientes sencillos, sin aditivos, sin aromas artificiales, solo sabor y tradición.
En Naranjas Amparo, sabemos que lo natural no necesita disfrazarse.
Por eso, hoy te contamos cómo preparar unas auténticas magdalenas de naranja, tan ricas y esponjosas que son únicas.
¡Vamos con la receta!
Ingredientes para unas magdalenas de naranja caseras
Antes de encender el horno, ten a mano los ingredientes.
Estas cantidades rinden para unas 12 magdalenas medianas.
Ingredientes:
- 3 huevos medianos
- 200 g de azúcar
- 100 ml de aceite de oliva suave
- 125 ml de zumo de naranja natural recién exprimido
- Ralladura fina de una naranja en promo riquísima
- 200 g de harina de trigo
- 1 sobre de levadura química (10–12 g)
- Una pizca de sal
- Azúcar para espolvorear antes de hornear (opcional)
Por qué usar naranja natural en lugar de aroma o concentrado.
El zumo y la ralladura natural de naranja aportan vitamina C, aceites esenciales y un sabor real que ningún extracto puede igualar.
Los aromas industriales imitan el olor, pero no tienen la frescura ni los matices de la fruta auténtica.
Cuando la naranja es natural, su acidez equilibra la masa, ayuda a que suba mejor en el horno y deja un regusto ligero y limpio.
En otras palabras: menos artificio, más sabor.
Usar naranjas sin ceras, sin conservantes y recién recolectadas mejora el aroma y la textura final.
Su zumo tiene un dulzor equilibrado y su piel conserva todos los aceites esenciales que aportan ese perfume cítrico tan característico.
Las naranjas tratadas o con piel brillante suelen contener ceras o fungicidas que, al rallar, alteran el sabor y pueden resultar amargos.
Variaciones naturales de los ingredientes originales
Esta receta admite pequeñas adaptaciones sin perder su esencia:
- Harina integral o de espelta: aporta fibra y un toque más rústico.
- Azúcar moreno o panela: da un sabor más profundo y color dorado.
- Aceite de oliva virgen extra suave o de girasol para un resultado más neutro: realza el aroma mediterráneo y mejora la conservación.
Puedes añadir una cucharadita de canela o unas pepitas de chocolate si buscas un resultado más goloso, aunque con la naranja fresca, la magdalena ya tiene todo el carácter que necesita.
Cómo hacer magdalenas de naranja paso a paso
Hornear magdalenas buenas es cuestión de orden, temperatura y una masa con aire. Aquí va el método claro y fiable.
a) Preparar la mezcla
- Bate huevos y azúcar
- Pon los 3 huevos y los 200 g de azúcar en un bol grande. Bate 5–7 minutos hasta que tripliquen volumen y la mezcla quede pálida y espesa. Ese aire será tu esponja.
- Añade ralladura y zumo
Incorpora la ralladura fina de 1 naranja (sin parte blanca) y 125 ml de zumo. Mezcla con varillas, sin perder el aire. - Emulsiona el aceite
Vierte 100 ml de aceite en hilo, mientras bates suave. La mezcla quedará brillante y homogénea. - Harina y levadura, tamizadas
En otro bol, junta 200 g de harina, 1 sobre de levadura química (10–12 g) y una pizca de sal. Tamiza sobre la mezcla líquida. Integra con espátula, con movimientos envolventes, hasta que no se vean restos secos. No trabajes de más.
b) Reposo y horneado
- Reposo frío
Tapa el bol y refrigera 20–30 minutos. El reposo ayuda al copete y asienta sabores. - Precalienta alto
Precalienta el horno a 220 °C calor arriba y abajo (sin aire). Coloca cápsulas de papel dentro de un molde rígido de muffins; así no abren de lado. Rellena ¾ de su capacidad. Si quieres costra crujiente, espolvorea una pizca de azúcar en la superficie. - Golpe de calor + horneado
Entra la bandeja a 220 °C durante 5 minutos para provocar la subida.
Baja a 200 °C y hornea 8–10 minutos más hasta ver el copete dorado y un palillo seco.
(En hornos potentes, la segunda fase puede ser a 190 °C 10–12 minutos).
Pistas de que están listas: color dorado, aroma cítrico intenso y palillo limpio en el centro.
c) Enfriar y conservar
- Enfriado correcto
Saca la bandeja. Espera 2–3 minutos y pasa las magdalenas a una rejilla para que no suden por debajo. - Conservación
Una vez frías, guarda en lata o táper bien cerrado. Duran 2–3 días tiernas a temperatura ambiente, en lugar fresco y seco.
Para más tiempo: congela envueltas de dos en dos. Descongela a temperatura ambiente y recuperan su ternura.
Trucos y consejos para unas magdalenas perfectas
Preparar magdalenas de naranja no es difícil, pero hay pequeños detalles tener en cuenta para conseguir una masa correcta y una que huele, sube y sabe a gloria.
- La importancia del batido y el aireado
El secreto de una buena magdalena está en el aire que atrapan los huevos al batirse.
Cuanto más tiempo los batas con el azúcar (5 a 7 minutos), más volumen tendrá la masa y más esponjoso será el resultado.
Si el batido es corto, las magdalenas quedan planas y densas.
Usar una batidora de varillas eléctrica facilita el proceso.
Cuando la mezcla cambie de color y se vea espesa y brillante, sabrás que está lista. - Cómo lograr una textura tierna sin exceso de grasa
El aceite aporta humedad, pero no hace falta abusar.
Con 100 ml de aceite por 3 huevos se consigue una miga jugosa y ligera.
Si se añade más, las magdalenas pueden quedar pesadas y grasientas.
Usar aceite de oliva virgen extra suave es ideal: mantiene la textura y añade un aroma natural. - Ralladura fina para evitar amargor
El sabor de la naranja está en los aceites esenciales de la piel.
Pero cuidado: solo la parte naranja.
Si rallas también la parte blanca (llamada albedo), el resultado será amargo.
Usa un rallador fino tipo microplane y ralla justo antes de preparar la mezcla, para conservar todos los aromas. - Cuándo añadir la levadura para mejores resultados
La levadura química debe añadirse al final del proceso, junto con la harina tamizada.
Si se incorpora demasiado pronto, empieza a reaccionar antes de tiempo y pierde fuerza durante el reposo.
Para activar bien el levado, reposa la masa fría unos 30 minutos antes del horneado y comienza con el horno bien caliente (220 °C).
Ese contraste de temperatura provoca el famoso “copete alto”, firme y dorado. - Versión sin gluten o sin lactosa
Si quieres adaptar la receta, puedes hacerlo de forma fácil:- Sin gluten: sustituye la harina de trigo por una mezcla sin gluten específica para repostería (arroz, maíz o avena sin gluten). Añade 1 cucharadita extra de zumo o leche vegetal para equilibrar la humedad.
- Sin lactosa: esta receta ya lo es, al no llevar leche ni mantequilla. Si usas yogur opcional, elige uno vegetal o sin lactosa.
El resultado seguirá siendo esponjoso, aromático y con todo el encanto de la receta original.
Naranjas Amparo: sabor natural y de proximidad
En Naranjas Amparo sabemos que las cosas buenas empiezan en la tierra.
Una buena magdalena, un bizcocho o un helado no solo dependen de la receta, sino de la calidad de la fruta que se usa.
Cuando usas una naranja natural, el resultado se nota:
la masa es más aromática, el sabor tiene un toque inconfundible y el aroma que deja al hornearse… mmm.
Si te gustan las recetas dulces con ese toque cítrico tan nuestro, en el blog de Naranjas Amparo encontrarás muchas más ideas para disfrutar de la fruta:
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Cada receta es una forma diferente de disfrutar del mismo origen: la naranja fresca, natural y valenciana. Prepáralas con las naranjas de nuestra tienda.

