Hay olores que despiertan recuerdos.
El del azahar es uno de ellos.
Ese perfume suave, fresco y dulce que llena el aire en primavera tiene algo mágico: huele a Mediterráneo y a calma.
Para poder disfrutar de ese aroma en casa cada día, puedes hacer tu propia agua de azahar casera.
En este artículo te vamos a contar cómo preparar agua de azahar con piel de naranja casera, paso a paso, con consejos prácticos y el toque artesanal que tanto nos gusta en Naranjas Amparo.
Qué es el agua de azahar y para qué sirve
El agua de azahar es una esencia aromática que se obtiene al destilar las flores del naranjo amargo (Citrus aurantium).
Su nombre viene del árabe az-zahr, que significa “flor blanca”, y su fragancia ha acompañado durante siglos a la cocina mediterránea y a los remedios naturales del hogar.
En su forma original tradicional, el agua de azahar se elabora mediante un proceso de destilación por vapor, que concentra los aceites esenciales presentes en los pétalos.
El resultado es un líquido transparente con un aroma suave, floral y cítrico.
Se utiliza en repostería, sobre todo en recetas tradicionales como el roscón de Reyes, pero también tiene usos en cosmética y aromaterapia.
Sus propiedades más conocidas son:
- Relajante: su aroma tiene un efecto calmante y ayuda a reducir el estrés.
- Digestiva: unas gotas en una infusión alivian la pesadez o el nerviosismo estomacal.
- Aromática y refrescante: ideal para dar un toque natural a postres, bebidas o incluso al ambiente del hogar.
Cuando no se tienen flores de azahar frescas, una alternativa perfecta es preparar agua de azahar casera con piel de naranja.
La piel contiene aceites esenciales muy similares a los de la flor, ricos en limoneno y citral, responsables de ese aroma característico.
No es exactamente igual que el agua destilada de flores, pero su fragancia es deliciosa y conserva muchas de las propiedades calmantes y revitalizantes.
En definitiva, el agua de azahar casera es una forma sencilla de llevar el perfume del naranjo a tu cocina, aprovechando la fruta completa y disfrutando de un producto natural hecho en casa.
Ingredientes y materiales necesarios
Preparar agua de azahar casera con piel de naranja es mucho más fácil de lo que parece.
Solo necesitas ingredientes naturales y un poco de mimo para extraer todo su aroma.
Ingredientes básicos
- Piel de naranja fresca: usa naranjas sin ceras ni tratamientos. La parte más aromática es la capa exterior, de color intenso, donde se concentran los aceites esenciales.
- Agua mineral: el agua de calidad es clave. Evita la del grifo si tiene mucho cloro, ya que puede alterar el aroma final.
- Opcional: si tienes acceso a flores de azahar frescas, puedes añadir algunas para potenciar el perfume. También puedes jugar con especias suaves como canela, clavo o lavanda, o unas hojas de romero o menta para un toque más herbal.
Utensilios recomendados
- Olla o cazo de acero inoxidable.
- Frasco de vidrio con tapa hermética, a ser posible oscuro para proteger el contenido de la luz.
- Colador fino, para filtrar los restos de piel una vez terminado el proceso.
- Cuchillo o pelador para retirar solo la parte naranja de la piel, evitando la parte blanca, que puede aportar amargor.
En Naranjas Amparo, nuestras frutas no llevan ceras ni tratamientos postcosecha.
Por eso sus pieles son seguras para usar en preparaciones caseras, tanto culinarias como cosméticas.
Las naranjas de nuestra tienda son perfectas para recetas como esta, donde el aroma y la pureza del ingrediente lo son todo.
Cuánto tiempo se puede conservar y cuánta cantidad hacer
El agua de azahar casera se mantiene en buen estado durante unos 10 a 15 días si se guarda en un frasco cerrado dentro del frigorífico.
La cantidad ideal para empezar es 250 ml (un vaso de agua) por la piel de dos o tres naranjas.
Es suficiente para perfumar postres, preparar bebidas o usarla como tónico natural sin que se desperdicie.
Recuerda: cuanto más fresca sea la piel de naranja, más intenso será su aroma.

Cómo hacer agua de azahar con piel de naranja paso a paso
Preparar agua de azahar casera es un proceso sencillo, pero requiere hacerlo con calma, respetando sus tiempos, para conservar todo su aroma.
Veamos los pasos:
Paso 1. Preparar la piel de naranja
Empieza eligiendo naranjas frescas y sin tratar, de cultivo natural o ecológico.
Lávalas bien bajo el grifo con agua templada y sécalas con un paño limpio.
Con un pelador o un cuchillo afilado, retira solo la parte de color naranja de la piel.
Evita la parte blanca (llamada albedo), ya que contiene compuestos amargos que pueden alterar el sabor del agua.
Corta las tiras en trozos medianos (de unos 3 o 4 cm), lo suficiente para liberar el aroma sin que se deshagan durante la cocción.
Si tienes flores de azahar frescas, puedes añadir unas pocas más adelante, justo al calentar el agua, para potenciar el perfume.
Paso 2. Hervir y extraer el aroma de la cáscara de naranja
Coloca olla a hervir con el agua mineral (también podrías utilizar agua filtrada).
Cuando rompa a hervir añade los trozos de piel,
En ese momento, añade las pieles de naranja, apaga el fuego y retira la cazuela del calor.
Tapa de inmediato para que el vapor no arrastre los aceites aromáticos.
Deja que las pieles infusionen durante 10 a 15 minutos.
Este paso es clave: el agua caliente, pero sin hervir, extrae el perfume del limoneno y el citral sin que se evaporen ni se oxiden.
Paso 3. Reposo y filtrado
Pasado el tiempo de infusión, destapa con cuidado y cuela el contenido con un colador fino o una gasa.
Evita presionar las pieles; deja que el líquido caiga solo, así el agua quedará más clara y sin residuos.
El resultado debe ser un líquido transparente, con un tono muy leve dorado y un aroma floral y cítrico intenso, sin notas amargas.
Deja enfriar antes de guardarla.
Paso 4. Conservación
Guarda el agua de azahar en un frasco de vidrio con tapa hermética, a ser posible oscuro o cubierto con una tela para protegerla de la luz.
Colócala en la nevera, donde se mantendrá en buen estado durante 10 a 15 días.
Si quieres conservarla por más tiempo, añade unas gotas de alcohol natural (como vodka) o glicerina vegetal, que actúan como conservantes suaves sin alterar el aroma.
Antes de usarla, agita el frasco para homogeneizar los aceites que puedan haberse depositado en el fondo.
El resultado será un agua de azahar casera ligera y natural, perfecta para aromatizar postres, infusiones o preparar productos de cuidado personal sin químicos.
Cómo usar el agua de azahar casera
El agua de azahar con piel de naranja es mucho más versátil de lo que parece.
Su aroma fresco, dulce y floral puede transformar tanto una receta como un momento cotidiano.
Aquí tienes algunas ideas para aprovecharla al máximo, en la cocina y fuera de ella.
- En repostería. Unas gotas bastan para cambiarlo todo.
- Añade una cucharada de agua de azahar a la masa de bizcochos, magdalenas, rosquillas o al clásico roscón de Reyes.
Aporta un aroma delicado que recuerda al campo en primavera, sin resultar empalagoso. - También puedes usarla para humedecer bizcochos antes de rellenarlos o para aromatizar glaseados y cremas.
El truco está en no abusar: su fragancia es intensa y basta con una pequeña cantidad para conseguir un sabor equilibrado.
- Añade una cucharada de agua de azahar a la masa de bizcochos, magdalenas, rosquillas o al clásico roscón de Reyes.
- En bebidas. Un chorrito en una infusión de manzanilla o tila potencia su efecto calmante y añade un toque cítrico muy agradable.
Si prefieres algo más refrescante, prueba a añadir una cucharadita a tu agua mineral con hielo y unas hojas de menta.
También combina de maravilla en limonadas y cócteles suaves.
El resultado es una bebida ligera, aromática y 100 % natural, sin azúcares añadidos ni esencias artificiales. - En cosmética casera. El agua de azahar es un clásico de la cosmética natural por sus propiedades calmantes y tonificantes.
- Puedes aplicarla con un algodón como tónico facial, después de limpiar la piel, para aportar frescura y luminosidad.
- Otra opción es añadir un vaso al agua del baño: relaja, suaviza la piel y deja un perfume sutil que dura horas.
Su contenido en aceites esenciales de naranja ayuda a calmar el estrés y a mejorar el descanso.
- En aromaterapia. Nada más natural que perfumar tu casa con el aroma del naranjo.
- Usa el agua de azahar casera como ambientador natural, rociándola con un pulverizador sobre cortinas, ropa o sábanas.
Deja un olor limpio y floral, sin necesidad de aerosoles ni fragancias sintéticas. - También puedes empapar una pequeña tela o piedra aromática y colocarla en el armario o en el coche.Un detalle sencillo que convierte cualquier espacio en un rincón de calma.
- Usa el agua de azahar casera como ambientador natural, rociándola con un pulverizador sobre cortinas, ropa o sábanas.
Naranjas Amparo: tradición y aroma natural
En Naranjas Amparo cada fruta que llega del campo a tu mesa conserva la esencia de lo auténtico: producto local, sin aditivos ni tratamientos, cuidado por manos que aman la tierra.
El agua de azahar casera es un reflejo de nuestra filosofía:
Aprovechar la piel de una naranja, transformar algo sencillo en algo especial, es una forma de valorar lo que la naturaleza nos ofrece.
Creemos en la belleza de lo artesanal y en rescatar las tradiciones de siempre
Haz tu propia agua de azahar con nuestras naranjas naturales y lleva el aroma del Mediterráneo a tu casa.